Llora hombre la muerte del árbol
y el amor que siempre duele
y te hace feliz aunque no lo sepas.
Llora un cielo enmoquetado de humo
sobre una tierra que perdió el orgullo
de ser madre y ahora cría flores secas.
Llora el final del amor,
que por la mañana no te quiere,
dice adiós,
y se anuda los zapatos con tus venas.
Llora hombre el hueco perfumado
que ya no cose heridas con abrazos,
y sueña que te duermes
y despiertas con un libro en las manos,
leyendo poemas de amor y muerte
en el vagón de los derrotados.
!Arranca las páginas,
qué el amor ya no existe!
y huye tras un rastro de hojas secas,
gritando un triste verso a cada paso.
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